La avenida Abancay tiene apenas 11 cuadras y más de 1,800 combis con licencia de Huarochirí cruzan por esta histórica avenida, y si a eso le sumamos las masas de gente que circula diariamente por esta pequeña pero transcurrida avenida, veremos cómo se transforma en una pequeña Babilonia.
Esta avenida divide de por sí a la historia del Perú, si hacemos un pequeño recorrido por la Av. Abancay, veremos que empieza por la española Plaza de Acho que es la segunda más antigua del mundo y termina en la Plaza Manco Capac, a lo largo de esta avenida encontramos también el Congreso de la República, La Reniec, el ex Ministerio de Educación creado durante el gobierno de Odría que hoy es sede de los Juzgados civiles, también veremos innumerables centros comerciales incluido el popular Hueco.
A las 6:00 pm salen todos los trabajadores del centro de Lima que suman un total de más de 2000 personal, con ellos salen también los del Congreso , los de la Reniec , los vendedores del Hueco , trabajadores de Hiraoca, etc. Convirtiéndose así en toda una procesión, pues muchos de ellos se dirigen al puente Balta para salir por la vía mas rápida que es Evitamiento, pues si abordan combis en la Av. Abancay tendrían que esperar horas ya que el tráfico es insoportable pues por cada cuadra hay 1 semáforo y ninguno está coordinado con el otro por lo tanto se convierte en un caos vehicular y peatonal.
Decidimos caminar por la Avenida Abancay y comparar el tiempo que toma en la mañana que es solo 25 minutos y el tiempo que toma en la tarde exactamente a las 6 y 30pm, con reloj en mano empezamos desde el puente Balta para llegar hasta el Parque Manco Capac. Primero cruzamos las pistas que dividen Balta con la avenida y de inmediato el ruido de los vehículos y olor a humo nos abruma el rostro y ensorde nuestros oídos; ya habiendo camino 3 cuadras llegamos hasta el Congreso donde el silencio no existe y las pollerías abundan, en especial el Norkis que está al frente de la casa de los Otorongos.
Siendo las 6 y 40 pm llegamos hasta la Biblioteca Nacional donde empieza el martirio peatonal, los empujones, el “permiso por favor” están a la orden del día, nadie puede pasar al otro pues pareciera que todos vienen en contra y que somos los únicos que vamos al parque Manco Capac, solo en esa cuadra nos demoramos más de 8 minutos pues llegar al final de la cuadra y esperar que el semáforo se ponga en verde es toda una odisea; son las 6 y 55pm y recién llegamos a Emancipación donde la masa de gente se queda a mirar lo que muestra Hiraoca en sus ventanas y para mala suerte también ahí es paradero convirtiéndose en todo un colapso peatonal, pues quien podría circular cuando hay gente de pie mirando la tienda , gente esperando su vehículo el cual aun esta atorado en Jirón Huallaga y gente dirigiéndose con mucha prisa al Puente Balta pues como todos quieren llegar rápido a sus casas.
Cuando ya llegamos al casi final de esta avenida, para ser más exactos a la altura de Jirón Puno los ladrones están también a la orden de la noche pues caminar por ahí es andar con una mano en el bolsillo trasero y la otra cuidando la cartera, si no te roban es porque tienes mucha suerte y si te roban pues es algo normal por ahí y a esa hora siempre pasa eso, la inseguridad es algo normal a esas tempranas horas de la noche; a las 7:15 recién nos asomamos al parque Manco Capac junto con nosotros también corren los ladrones, caminan los vendedores , ambulantes que tratan de vender a última hora todo lo que quedo del día, al final nos demoramos 45 minutos en llegar a la ultima cuadra de la avenida Abancay que con mucha suerte llegamos sin que nos roben .
Pero como nuestros vehículos para ir a nuestras casas también pasan por Evitamiento tuvimos que regresar hasta el Puente Balta para eso al frente de la Av. Manco Capac abordamos un bus que es de la línea 40, de inmediato el sonido de la Cumbia aullaba en nuestros oídos, la falta de asiento era lo más normal , los vendedores ambulantes eran los que a cada momento subían y bajaban, terminar de cruzar una cuadra en el bus tomaba más tiempo que cruzarlas caminando , cada cuadra también subía mas gente que no se donde se metían pero todos entraban al final , ya para llegar al final nos dimos cuenta que el bus se demoro 30 minutos en pasar por estas 11 cuadras que tiene la Avenida Abancay, avisándole al cobrador que bajamos en la Plaza de Acho, nos dirigimos a la vía de Evitamiento para ya irnos a nuestras casas, después de tremenda caminata.
Esta avenida divide de por sí a la historia del Perú, si hacemos un pequeño recorrido por la Av. Abancay, veremos que empieza por la española Plaza de Acho que es la segunda más antigua del mundo y termina en la Plaza Manco Capac, a lo largo de esta avenida encontramos también el Congreso de la República, La Reniec, el ex Ministerio de Educación creado durante el gobierno de Odría que hoy es sede de los Juzgados civiles, también veremos innumerables centros comerciales incluido el popular Hueco.
A las 6:00 pm salen todos los trabajadores del centro de Lima que suman un total de más de 2000 personal, con ellos salen también los del Congreso , los de la Reniec , los vendedores del Hueco , trabajadores de Hiraoca, etc. Convirtiéndose así en toda una procesión, pues muchos de ellos se dirigen al puente Balta para salir por la vía mas rápida que es Evitamiento, pues si abordan combis en la Av. Abancay tendrían que esperar horas ya que el tráfico es insoportable pues por cada cuadra hay 1 semáforo y ninguno está coordinado con el otro por lo tanto se convierte en un caos vehicular y peatonal.
Decidimos caminar por la Avenida Abancay y comparar el tiempo que toma en la mañana que es solo 25 minutos y el tiempo que toma en la tarde exactamente a las 6 y 30pm, con reloj en mano empezamos desde el puente Balta para llegar hasta el Parque Manco Capac. Primero cruzamos las pistas que dividen Balta con la avenida y de inmediato el ruido de los vehículos y olor a humo nos abruma el rostro y ensorde nuestros oídos; ya habiendo camino 3 cuadras llegamos hasta el Congreso donde el silencio no existe y las pollerías abundan, en especial el Norkis que está al frente de la casa de los Otorongos.
Siendo las 6 y 40 pm llegamos hasta la Biblioteca Nacional donde empieza el martirio peatonal, los empujones, el “permiso por favor” están a la orden del día, nadie puede pasar al otro pues pareciera que todos vienen en contra y que somos los únicos que vamos al parque Manco Capac, solo en esa cuadra nos demoramos más de 8 minutos pues llegar al final de la cuadra y esperar que el semáforo se ponga en verde es toda una odisea; son las 6 y 55pm y recién llegamos a Emancipación donde la masa de gente se queda a mirar lo que muestra Hiraoca en sus ventanas y para mala suerte también ahí es paradero convirtiéndose en todo un colapso peatonal, pues quien podría circular cuando hay gente de pie mirando la tienda , gente esperando su vehículo el cual aun esta atorado en Jirón Huallaga y gente dirigiéndose con mucha prisa al Puente Balta pues como todos quieren llegar rápido a sus casas.
Cuando ya llegamos al casi final de esta avenida, para ser más exactos a la altura de Jirón Puno los ladrones están también a la orden de la noche pues caminar por ahí es andar con una mano en el bolsillo trasero y la otra cuidando la cartera, si no te roban es porque tienes mucha suerte y si te roban pues es algo normal por ahí y a esa hora siempre pasa eso, la inseguridad es algo normal a esas tempranas horas de la noche; a las 7:15 recién nos asomamos al parque Manco Capac junto con nosotros también corren los ladrones, caminan los vendedores , ambulantes que tratan de vender a última hora todo lo que quedo del día, al final nos demoramos 45 minutos en llegar a la ultima cuadra de la avenida Abancay que con mucha suerte llegamos sin que nos roben .
Pero como nuestros vehículos para ir a nuestras casas también pasan por Evitamiento tuvimos que regresar hasta el Puente Balta para eso al frente de la Av. Manco Capac abordamos un bus que es de la línea 40, de inmediato el sonido de la Cumbia aullaba en nuestros oídos, la falta de asiento era lo más normal , los vendedores ambulantes eran los que a cada momento subían y bajaban, terminar de cruzar una cuadra en el bus tomaba más tiempo que cruzarlas caminando , cada cuadra también subía mas gente que no se donde se metían pero todos entraban al final , ya para llegar al final nos dimos cuenta que el bus se demoro 30 minutos en pasar por estas 11 cuadras que tiene la Avenida Abancay, avisándole al cobrador que bajamos en la Plaza de Acho, nos dirigimos a la vía de Evitamiento para ya irnos a nuestras casas, después de tremenda caminata.
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