viernes, 8 de agosto de 2008

La Despedida de Maura

No recuerdo cuantos años tenia, solo se que me amaba, no tenían que decírmelo, yo lo sentía, dicen que se trasnochaba cuidándome para que ningún zancudo me picara durante la noche en Pucala, provincia de Chiclayo, que me servia la mejor comida, que me compraba mucha ropa, los pocos días que me tuvo a su lado me trato como un rey.

Pasaron varias semanas y me trajeron a Lima no supe más de ella, dos años después se apareció en mi casa, mi padre estaba algo preocupado no me querían decir nada pero ella no me vino a visitar a pesar que cuando llego me abrazo, beso y dijo que me extrañaba mucho. Tres días después me entere que fue ido al hospital Neoplásicas para hacerse un examen, al cuarto día volvió, nadie me quería decir nada, mis padres preocupados se miraban la cara y por primera vez vi como a mi padre se le encogía el rostro y comenzaron a caer lagrimas de dolor, angustia, impotencia, la voz de mi madre dijo:”No te puedes quebrar tienes que tener valor y darle fuerza a tu madre.” Deje de ver aquella escena que me daba miedo y fui a verla, al entrar la vi a ella rezando, parecía una santa a pesar que nunca he visto a una, termino de hablar en su mente volteo y me vio, me dijo: ¡ Hijo ven ! Y yo fui, me abrazo fuertemente tanto que me dio miedo, me dio un fuerte beso en la frente y sin ninguna lagrima en los ojos me dijo: “Cuídate mucho mi cholito, estudia, nunca dejes de estudiar, recuerda que siempre te amare, que estaré contigo en tus momentos alegres y tristes, que te llevare en mi corazón eternamente y te daré bendiciones todos los días de tu vida, nunca te des por vencido, Te amo, cuídate hijo.”

Después me dijo que fuera a mi cuarto, al día siguiente partió rumbo a Pucala, sus hijos se despidieron de ella y todos lloraron en su hombro y con un fuerte abrazo le dijeron: “Adiós mamá”, yo aun no entendía porque tal drama.

Alas pocas semanas de su partida llamaron de Pucala, mi padre contesto, fueron 30 segundos de angustia, se quedo mudo, soltó el teléfono, y rompió en llanto como un niño, entre su llanto dijo: “Es mi Madre”.

Yo no entendía y mi madre me explico todo, mi abuela tenia Cáncer Terminal, eso le dijeron los doctores del Neoplásicas en Lima, mis padres y tíos de inmediato viajaron a Pucala, ella se estaba muriendo, cuando mi padre llego a su casa al día siguiente junto con mi madre y sus hermanos vieron que había mucha gente en casa, Maura ya estaba muerta. Yo me entere de ellos al tercer día, recuerdo que llore por varias semanas no se cuantas pero entendí porque me había dicho todo eso cuando estaba en Lima, ella se estaba despidiendo de mi porque sabia que iba a morir.

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